La historia cuenta que en el apartamento donde se rodó la película tres hombres y un biberón, fue asesinado tiempo atrás un chico con una escopeta.

Una vez estrenada la película y sin intereses comerciales de por medio, alguien dio la voz de alarma. En una de las secuencias, se podía aprecíar indiscutiblemente, la figura de un niño, al que poco despues, se le identificó como el chico asesinado en el apartamento.
En la primera imagen, se puede apreciar entre las cortinas, como va apareciendo algo en forma de arma o escopeta. Es como si el muchacho quisiera llamar la atención sobre lo que le sucedió.

En la segunda secuencia, los personajes vuelven a pasar por el mismo lugar, pero lo que era una forma de arma, se va transformando en la figura de un niño.
En la tercera secuencia, los personajes avanzan por la habitación, y en ningún momento se aprecia corte alguno.