Maldita de Nacimiento

Esta historia esta explicada desde el punto de vista de un personaje inventado. Este personaje es la hija inventada de Voldemort y es para explicar como se vive en el grupo de los mortífagos teniendo amistad con Harry y los otros. La historia empieza unos dias antes de la reunión que tiene Voldemort y los Mortífagos en la Mansión Malfoy. Lo que paso anteriormente es mas o menos como en los libros, excepto algunas situaciones, cuya protagonista hace que dichas situaciones sean modificadas porque ella también participa en ellas. La protagonista se llama Lilith y este nombre hace referencia al mal, ya que una diabla hebrea se llamaba asi. Tiene sus acciones malignas, ya que ella ha nacido y ha sido criada como una mortífaga, pero también tiene su corazón, ya que esta enamorada de Harry y tiene remordimientos en cuanto a las muertes y a las acciones de su padre. Eso no quita que en algún momento, mate a alguien o destruya algo. Lo lleva en la sangre y ha sido educada de esa manera.

Hace ya tiempo que tengo esta historia en la cabeza, pero me he decidido ya a escribirla. Espero que os guste el relato.

Nota: Los capitulos estarán partidos en dos partes para que no se hagan muy pesados.

Capitulo 1: Viviendo entre sueños y pesadillas (parte 1)

Como cada dia desde hacia mucho tiempo, me levantaba por las mañanas preocupada por lo que pasaría ese dia. Realmente, estaba muy asustada por la situación que estábamos pasando todos, sobre todo yo y Harry. No sabia nada de él desde el curso anterior y me sentía un tanto preocupada y culpable por lo que estaba pasando. Mi padre se estaba dedicando a hacer lo que le daba la gana con el fin de matarlo y yo no podía hacer nada para impedirlo. Ahora estaba obsesionado con encontrar la maldita varita de sauco, que según él y la leyenda de las reliquias de la muerte, dicha varita es la mas poderosa del mundo. No sabia si creerme esos cuentos de viejas, pero aun estaba preocupada. Con varita o sin varita de sauco, mi padre era capaz de matarlo a el y a quien se le interpusiera entre ellos. No podía hacer nada para evitarlo.

Después de un verano largo y agobiante, sobre todo por parte de mi padre y los mortífagos, aun quedaba mucho por aguantar y creo que iba a ser aun peor de lo que habia vivido hasta ahora. Escuche como alguien entraba por la puerta de mi habitación y me incorpore de la cama para saber quien era y saludarle. Me imaginaba que podría ser ella: Bellatrix. Siempre nos habíamos llevado muy bien, aunque estuviera como una cabra. Era una loca psicópata y cruel, pero conmigo todo lo contrario. Bueno, lo de loca lo seguía siendo.

Observe que llevaba una bandeja y encima una taza y un par de platos con comida, que tenia una apariencia deliciosa. Llevaba su extravagante y malhecho moño, típico de ella, y su túnica negra vieja, que parecía que la prenda hubiera nacido 100 años antes que ella. Ella se acerco hasta mi cama y coloco la bandeja encima de mis piernas y la sabana que me tapaba. Se sento en la cama y me beso la frente, con un amable “buenos dias”. Yo le sonreí y le agradecí la bonita acción que habia tenido conmigo. Comenzamos a conversar de diferentes temas y acabamos riéndonos como tontas.

Al cabo de un rato, Bellatrix se fue y me dejo sola mientras terminaba mi desayuno. Termine rápidamente lo que me quedaba por comer y deje la bandeja sobre la mesita de noche que tenia a la derecha de mi cama. Me levante de la cama y me asome por la ventaba para ver el paisaje. Sinceramente, era un paisaje horrible. Era muy oscuro, lúgubre y entristecido. Estabamos en un monte, en medio de un bosque oscuro y plagado de arboles. Mi padre habia considerado que lo mejor es que estuviéramos en un lugar alejado y secreto hasta que encontraramos un lugar mejor. Alli vivíamos yo y mi padre, y se reunian con el los mortifagos en casa. Todos ellos estaban dándole vueltas a la opción de tener como casa de reuniones la mansión Malfoy, era espaciosa y bastante escondida. Según mi padre, era el lugar ideal.

Deje la contemplación para mas tarde y fui hasta el baño, allí me duche y me asee y poco después fui a la habitación para vestirme. Me vesti con una túnica vieja y oscura que me habia prestado bellatrix para que fueramos “conjuntadas”. A mi no me hacia mucha gracia ponerme ese trozo de harapo, pero no quería ofender a bella, la apreciaba mucho y no quería hacerla sentir mal, por eso pensó que con que me viera vestida una vez con esa cosa, ya seria mas que suficiente.
Baje las escaleras con la bandeja en la mano hasta la cocina y la deja sobre la encimera. Poco después, Fui hasta la sala donde se encontraba mi padre, pensativo y callado, posiblemente rumiando alguna idea maligna sobre como asesinar a Harry potter. Lo vi bastante preocupada y preferí no estorbarle. Decidí ir a ver a quien encontraba por la casa, pero después de buscar y buscar, me di cuenta que no habia nadie aparte de mi padre. Bellatrix no estaba y no sabia donde podría estar. Decidí salir y darme una caminata por el monte, ya que llevaba mucho sin salir y menos por esos lares.

Salí de casa y camine cuesta abajo a ver que podría encontrar por esos espaciosos tan ansiosos de luz. Entre los arboles y el paisaje complicado, habia como una pequeña cueva y decidí entrar en ella. Como era tan pequeña, tuve que entrar a gatas y pude notar en varias ocasiones como unos bichitos me tocaban las manos. Sin duda, eran arañas. Por suerte, no era acromántulas como las del bosque prohibido de hoghwarts. Seguí el pequeño túnel hasta el final y la cosa me pareció mucho mas diferente. Aquel lugar estaba mucho mas iluminado, no sabia de donde podría provener aquella luz tan especial. Visualice un poco mas aquel paisaje y me di cuenta que la vegetación era de otro estilo, mucha mas bella y colorida. La tierra no tenia ese color grisáceo que daba la sensación de tristeza, sino que tenia un color marrón rójizo. Mucho mas maravilloso.

Anduve por el caminillo que seguía del túnel. Era estrecho e iba cuesta abajo, entre arboles altos y de hojas verdes con algún toque marrón. Cuanto mas avanzaba, mas ramas y arbustos habian en el camino y debía ayudarme con las manos para avanzar a través del caminillo. La cuesta cada vez se hacia mas pronunciada y ahora ya no apartaba las ramas y arboles, sino que me cogía de ellas para no caerme, y colocaba los pies en distintas piedras del camino. De repente, escuche un ruido, cada vez mas claro, cuanto mas bajaba, mejor podía escucharlo. El ruido era de agua, posiblemente provenía de un rio o cascada. Cada vez tenia mas curiosidad en descubrir el lugar al que llevaba el camino. Mire hacia el cielo, un cielo sin nubes, azul e iluminado por el sol del verano, que aun no habia terminado. Era extraño que en Inglaterra hubiera sol, incluso en el verano, pero resultaba muy agradable. Corria una brisa agradable y fresca, que aun hacia que el paisaje fuera mas agradable de lo que ya era.

La cuesta se termino y ahora ya era un camino mas o menos recto, con alguna bajada y subida, pero bastante regular. Habia dejado de haber tanta vegetación, como arbustos y arboles. Se habian apartado considerablemente del camino, pero enseguida, el camino volvió a llenarse de arbustos y ramas molestas. El sonido del agua cada vez se hacia mas cercano, como si me estuviera acercando al agua. Al cabo de un rato de caminar, aparte unas ultimas ramas y contemple un hermoso lago, con una cascada al fondo que caia de lo alto de una pequeña montaña. Sali del camino de arbustos y plantas y camine hasta el lago, pero cuanto mas me acercaba, mas visualizaba a alguien en el lago, nadaba. Pude ver que tenia una larga melena morena y la piel palida. Me acerque mas y mas, tratando de saber quien era aquella persona solitaria que nadaba a lo largo del lago. De pronto, me vino a la cabeza que si me veía, no le haría ninguna gracia y posiblemente esa persona se enfadara, asi que decidi meterme entre los matorrales y observarla. Ya se que no estaba bien, pero tenia curiosidad en ver a esa mujer, fuera quien fuera. Corri hasta los matorrales y allí me agache. Podia haber utilizado algún hechizo para hacerme invisible, pero no me apetecia conjurar nada.

Al cabo de un rato de haberme escondido entre los matorrales, la mujer salió del agua, totalmente desnuda y con cierta sensualidad, y fue caminando hasta un monton de prendas oscuras, posiblemente su vestimenta. Fue poniéndose sus prendas, poco a poco y aun espaldas de donde yo me encontraba. Aun no habia conseguido ver su cara. Antes de que lo hubiera tapado del todo, consegui grabar su cuerpo desnudo: palido, delgado, pero con curvas bien colocadas, piel de apariencia suave y con una cierta edad.

La mujer termino de vestirse y oculto su cabeza en una capucha de su túnica negra y comenzó a caminar, hasta que desapareció por medio de la teletransportación. No habia conseguido ver la cara de aquella mujer, se habia quedado con las ganas. Pero eso si que era cierto, era muy hermosa. Parecia una mujer, que a través de los años, se habia conservado muy bien.

Pense en que ya era hora de volver a casa y decidí teletransportarme hasta casa. Llegue a la puerta de casa en pocos segundos y abri la puerta. Dentro estaba Bellatrix hablando con su hermana, Narcisa Malfoy, la madre de Draco. En cuanto entre, las dos se callaron y me miraron y Narcisa se levanto para darme una abrazo. Me consideraba de la familia, igual que bellatrix. Yo para Bella era como una hija, me trataba igual o mejor. La verdad es que no me podía quejar, eran malos, muy malos, pero me trataban divinamente. Bella también me dio un abrazo, a pesar de que ya la hubiera visto esta mañana.

- ¿Dónde has estado, Lilith?- Me pregunto Bella.
- He estado dando una vuelta por el monte, depejando ideas y respirando un poco de naturaleza. Me he relajado mucho.
- Si, la verdad es que estos lugares relajan mucho, no como en la ciudad que siempre estas de un lado para otro, bueno, eso mas si eres muggle- respondió Narcisa con cierta superioridad y burla hacia los muggles.
- Son repugnantes los muggles. Encima eso, son seres tan insignificantes y tan inútiles que no saben hacer nada y lo tienen que hacer todo como seres primitivos- Añadio bella con cierto asco y repugnancia con respecto a los muggles.
- Bueno, creo que es mejor hablar de otra cosa, que gastar saliva hablando de seres tan inferiores – respondi de aquella manera con la intención de dejar del tema.
- Tienes razón, Lilith, lo mejor es dejar temas como estos para los momentos aburridos. Naricisa y yo estábamos hablando de que posiblemente iremos a vivir a su casa, con el fin de reunirnos con mucho mas espacio y tranquilidad. Estariamos mas cerca de los sitios mágicos. Seria todo mucho mas sencilo.
- Si, sinceramente seria mucho mejor ¿Se lo habeis comentado ya a mi padre?
- El señor tenebroso todavía no ha tomado la decisión- respondió bella con el respeto de la figura de mi padre a través de su boca.
- Esperemos que la tome pronto- añadi.


De repente, entro de malas maneras un mortifago, no sabia quien era porque llevaba su rostro escondido por la típica mascara-calavera de los mortifagos. Era alto y de constitución fuerte, podría ser Fenrir Greyback, por su aspecto y forma del cuerpo. Llevaba con él al viejo Ollivander cogido por el brazo mientras lo arrastraba por el suelo. El mortifago nos miro durante unos momentos y enseguida se dirigió al pasillo, hasta el despacho donde se encontraba mi padre. Arrastro al anciano mientras suplicaba ayuda. Yo le mire con cierta pena, no por él, sino por como los mortifagos lo llevaban todo. Era un momento de dolor, tragedia y sufrimiento. Los muggles eran despreciados, los sangre sucia eran perseguidos y los que ayudaban a Harry eran torturados. La cosa estaba genial (ironía).

- ¡Viejo estupido! Espero que nuestro señor sepa tratarlo como es debido- dijo Bellatrix con desprecio.
- ¿Por qué dices eso, Bella?- le pregunte desconcertada.
- Ese viejo seguro que sabe como destruir a Potter- respondió Bella.
- Yo no estoy muy segura- interrumpió Narcisa.
- ¿Por qué, hermana?- pregunto Bellatrix confusa.
- Veras, Ollivander tiene mucho conocimiento, pero no creo que llegue a ese punto. El señor tenebroso ha luchado en varias ocasiones con él y no ha conseguido destruirle. Yo creo que se debe tener mucho mas conocimiento para saber como matar a Potter. No creo que Ollivander tenga tanto conocimiento como para saber como matarlo- contesto Narcisa.

Yo me estaba empezando a poner mala de escuchar como poder matar a Harry. Durante todos aquellos días y durante ya varios años, solo hacia que escuchar como poder aniquilar a Harry. En esa casa y en mi familia (Mortifagos), solo hacia que escucharles planes de asesinato o como infliltrarse en el ministerio para tenerlo todo acorde según su manera de pensar. Ya me estaba empezando a cansar de todo eso. Habia llevado un verano muy de organización, planes malignos y traslados de escondites, por no mencionar también las obsesiones de mi padre respecto a su teoría de poder matar a Harry con otra varita, que seguro era por eso que habia ordenado traer al viejo Olivander.

- ¿Tu crees, hermana?- pregunto bella y narcisa afirmo con la cabeza- ¿Y tu que opinas, Lil?- me pregunto interrumpiendo mis pensamiento.
- ¿eh? ah, pues creo que no tiene ni idea la verdad. Si lo supiera realmente, a padre le hubiera costado mas encontrar a Ollivander, ya que seria un bien mas valioso ¿no creeis?- opine.
- Es posible- concluyó Bella.

De pronto se oyeron gritos que provenían del despacho de mi padre. Las tres giramos la cabeza hacia el pasillo que llevaba al despacho y nos quedamos curiosas por lo que pasaba.

- Parece que el señor tenebroso esta actuando- dijo Narcisa.
- Se lo merece, por viejo apestoso- añadió Bella.
- Bella… No hacia falta tal comentario- dije con cierta molestia.
- Ahora no será verdad que es un viejo apestoso…- protesto bellatrix.
- Creo que Lilith tiene razón- Opino Narcisa.
- Vale, lo que vosotras digáis- se levanto del sofá y fue hacia el despacho de mi padre. Seguramente para participar en la posible tortura que le estaba causando a Ollivander.
- Mi hermana cada vez esta peor de la cabeza…- susurró para sí misma.
- No es que este peor, pero a cualquiera se le iria la cabeza estando años en la prisión de Azkaban- añadi.
- Puede…- susurro de nuevo Narcisa.

Decidí ver lo que ocurria entre mi padre y Ollivander y me dispuse a ir hasta el despacho de mi padre. Recorrí el pasillo y vi la puerta cerrada. Abri la puerta y encontre una escena de lo mas desagradable. Greyback, tal y como yo pensaba que era quien habia traido al anciano, estaba en uno de los rincones del despacho contemplado entre risas escondidas a mi padre y a bella torturando con la maldición cruciatus al anciano, tirado en el suelo entre sollozos y suplicas. Entre en la sala y cerre la puerta. Padre dejo la tortura y Bella le sustituyo en ese trabajo. Vino hasta a mi y me dijo:

- ¿Qué haces aquí, hija mia?- pregunto con esa voz suya, tétrica y lenta.
- Solo quería saber que estabais haciendo con el anciano- respondí.
- Estamos aquí, intentando saber como destruir a Harry Potter, pero el viejo no es de mucha ayuda.
- ¿No has pensado que a lo mejor no es de ayuda, que no sabe nada sobre eso?
- Pues si, pero es muy extraño. Él sabe de varitas, asi que debe saber donde esta la varita de sauco. Eso lleva a que sabe como matar al chico.
- No estoy muy segura…- añadí en voz baja.
- ¡Deja de lloriquear, viejo zarrapastroso!- grito bella a Ollivander.
- ¡Basta ya, Bellatrix!- le ordeno mi padre- Estas perdiendo la paciencia con nuestro invitado y eso es de muy mala educación. Creo que deberías airearte un poco, yo me quedare atendiendo a nuestro huésped.
- Pero mi señor… yo deseo ayudar- suplico Bellatrix.
- Me has ayudado, bella, pero ahora deseo que salgas y te relajes- le ordeno mi padre de nuevo.
- De acuerdo, mi señor- dijo Bella.
- Lilith, quiero que también salgas de la habitación. Prefiero que estar a solas junto con mi invitado.
- De acuerdo, padre- respondi y pensé que no estaba a solas. Greyback estaba en la sala, pero posiblemente no quería que estuviera allí.

Las dos salimos del despacho y fuimos a mi habitación a hablar un poco de varias cosas. Cuando llegamos, vimos un monton de ropa encima de la cama y le pregunte a Bella si sabia algo de la ropa y ella respondia negativamente con la cabeza. Las dos pensamos lo mismo y fuimos corriendo hasta la ropa para probárnosla. No era una ropa magnifica, sobre todo porque eran túnicas y ropajes oscuros, pero estaban bien. Era ropa típica de mortifago, como la que llevaba Bella o cualquier otro mortífago.

- ¡Que bien!¡Ropa nueva!- se alegro Bella.
- Bueno… nueva- nueva, no es…- añadi, ya que la ropa no era de este año, sino de hace varios.

Bella dicidió probarse un vestido similar al suyo y yo decidí probarme uno un poco mas nuevo al de ella. Se puso justo delante del espejo y se desnudo por completo, excepto de la ropa interior que tapaba sus órganos sexuales. Entonces, cai en que esa espalda me sonaba de algo. Esa palida espalda de apariencia suave la habia visto yo en otro sitio, pero era extraño. Habia visto la espalda de Bella en muchas mas ocasiones y ninguna de esas veces, la habia visto de la manera en que la veía ahora. Me di cuenta que aquella espalda era la de la mujer del lago y el pelo moreno correspondía al cabello recogido en ese moño malhecho que llevaba Bellatrix. Me dispusé a confesarle que la habia visto en el lago, pero no quería que se cabreara conmigo y me lanzara una maldición por haberla espiado, que ya ves, tampoco era para tanto.

Bellatrix termino de vestirse, pero aun le quedaba la cremallera de la espalda y no podía subirla ella, asi que me llamo a mi y yo se la subí. Decidí decírselo.

- Bella ¿Es posible que tu hayas estado en un lago del bosque?
- Si, pero ¿Cómo lo sabes?- me pregunto desconcertada.
- Pues veras, te he visto desnuda en el lago nadando.
- ¿Y porque no me has dicho que estabas alli? Podiamos a ver nadado las dos en el lago.
- Pues veras, en principio no sabia que eras, pero he visto ahora tu espalda y el pelo y he llegado a la conclusión de que eras tu la mujer del lago.
- Vaya, asi que me has reconocido por la espalda…- se quedo extrañada.
- ¿Cómo que vas a ese lago? No conocía esa faceta de ti.
- ¿Me acabas de decir que no me lavo?- me pregunto ofendida.
- ¿Que? ¡no! Me refiero a que sabia que fueras una persona a la que le gustara la naturaleza y la tranquilidad.
- Y no me gusta, pero me apetecia darme un baño allí.
- Vaya… Pues se te veía muy tranquila.
- Mira, que sea una loca a la que le guste torturar a la gente, no significa que no me guste bañarme en el lago. Una cosa no quita la otra.
- Si, cierto…

De repente, nos interrumpió la conversación Pettigrew y Bella comenzó a gritarle porque habia entrado sin llamar antes a la puerta y la podía haber encontrado desnuda. Peter le pidió perdón, pero Bella estaba muy cabreada y cogió la varita del vestido que llevaba hacia unos minutos y lo apunto, y antes de que pronunciara algún hechizo, cogí mi varita, apunte a la de Bella y pronuncie Experiallmus para desarmarla. La varita salió disparada y choco contra la pared y cayo al suelo. Bella se quedo desconcertada ante mi acción, pero debía hacerlo antes de que ocurriera una tragedia. Tal y como se ponía Bella, podía haber torturado a Pettigrew por solo aquella tontería. Peter era uno de los mortífagos y cobardes del grupo, y no me parecía bien utilizar una maldición con él a la minima.

- ¿Qué diablos has hecho?- me pregunto de malas maneras Bella.
- Simplemente he evitado una posible tragedia- respondí sinceramente.
- ¿Qué tragedia? Simplemente iba a bajarle los pantalones y dejarle en ridículo- Confeso su idea y yo me quede a cuadros.
- ¿Que? ¿bajarle los pantalones? ¡Bella, por dios! Pareces una niña de diez años.
- ¿Preferias que lo hubiera matado?- me pregunto con una sonrisilla.
- No, hubiera preferido que no hubieras cogido la varita- respondí seria.
A Bella no le hizo mucha gracia mi respuesta y salió de la habitación con el vestido “nuevo” puesto. Yo bufé y Peter se acerco hasta mi para decirme algo:
- Señorita Lilith, el señor tenebroso ha llamado a todos para reunirnos en la sala principal. Le rogaría que no hiciera esperar a su padre. Tiene cosas que contar- Me reveló el motivo de su visita.
- De acuerdo, Pettigrew. Bajaré en breves instantes.

Peter salió de la habitación y me dirigí hasta la montaña de ropa y me puse a mirar que mas prendas habian aparte del vestido que se habia llevado Bella. La ropa era bastante antigua y simiar entre si, no es que fuera muy moderna, y menos los mortífagos iban a vestir con ropa actual, que a ellos les encantaban las viejas túnicas y ropajes de muchos años atrás. Entre la ropa encontre unos pantalones negros y una camiseta blanca de mujer. También encontre una chaqueta americana que pertenecía a un traje. Me vestí con aquellas prendas y me puse unas botas de altura hasta la mitad de la espinilla, todo ella con cordones.

Momentos después, salí de la habitación con la ropa “nueva” y baje las escaleras y recorrí el pasillo hasta llegar a la sala principal. La sala estaba llena de mortífagos y mi padre destacaba por estar en un circulo hecho por los mortífagos, alrededor de él. En cuanto llegue, noté que todas las miradas me apuntaban a mi y me sentí algo intimidada. M padre vino hasta a mi y me dijo:

- Bienvenida a la reunión, hija mia. Te estábamos esperando para comenzar.
- Siento el retraso, padre – me disculpé.
- No pasa nada, hija. Colocate justo al lado del joven rubio- me dijo mientras me señalaba a Draco.
- De acuerdo- cumplí y fui hasta el lado de Draco.

Todos quedaron mudos y atentos para escuchar como mi padre comenzaba a revelar noticias de sus planes y las ordenes que posiblemente cada uno de los presentes de la sala debía cometer. Comenzo a andar de un lado al otro de la sala, callado, como si estuviera pensativo. De repente, rompió el silencio de imprevisto y comenzó a contar algunas de sus ideas:

- Muchos habeis estado al pendiente de mis decisiones, que no he tomado hasta ahora. Pues bien, después de pensar y pensar, he considerado que deberíamos trasladarnos a la Mansion Malfoy. Es un lugar mucho mejor comunicado y es mas cercano a Hogwarts y a Potter. Nos trasladaremos mañana al anochecer. Quiero que cada uno vaya por su cuenta y que nos encontremos allí. No quiero que nadie llegue mas tarde del anochecer. En ese caso, será torturado. ¿Me he explicado?- Todos afirmamos con la cabeza- Muy bien. Hay muchas cosas que hacer y muy poco tiempo que perder. Mañana cuando estemos todos en nuestro “nuevo” hogar, haremos otra pequeña reunión. Ya podeis iros- y salió de la sala él el primero y fue hasta su despacho.

Todos salimos de la sala excepto yo, como si tuvieran prisa por desaparecer del lugar y estuvieran muy ocupados. Era cierto que lo estaban. Cada vez se acercaba mas el momento en que Harry y mi padre se deberían enfrentar en combate, con lo cual, yo me sentía cada vez mas preocupada.