Sin lugar a dudas estamos hablando de uno de esos conceptos sexuales que más curiosidad despierta entre hombres y mujeres, y es que el punto G suele compararse con la X en el mapa de la isla del tesoro.

Los más importantes sexólogos de todo el mundo confirman la existencia de un punto de la anatomía femenina que puede permitir alcanzar un elevado nivel de excitación sexual, el punto g, gracias al cual se pueden lograr orgasmos más intensos y placenteros. Una gran verdad que puede mejorar nuestras relaciones en pareja.

Análogamente, aunque con un propósito más publicitario se identifico un punto en la anatomía masculina que lograría incrementar el placer sexual. En este caso se vincula con la próstata, lo que le ha proporcionado el nombre de punto P, y según los expertos puede llegar a producir espasmos o eyaculación involuntaria.

¿Dónde está el punto G?

Localizar el punto G femenino no tiene porque ser complicado, y con esta imagen a buen seguro no tendrás mayores problemas. El punto G se localiza en el interior de la vagina, a escasos centímetros de la entrada.

Para estimularlo fácilmente podemos introducir un dedo en la vagina dirigiéndole hacia la parte superior. Para encontrar la localización exacta será vital una buena comunicación con la pareja, debemos tener en cuenta que cada mujer es un mundo.



Posiciones para excitar el punto G

Alcanzar el orgasmo femenino está a tu alcance

El punto G se situa en el interior de la vagina orientado hacia el clitoris, de forma que para localizarlo la mejor posición podría ser aquella en la que la mujer se tiende boca arriba sobre una cama pudiendo abrir cómodamente las piernas.

Una cama amplia facilitará la labor, pudiendo tumbarnos ambos y explorar a gusto. La iluminación no influye ya que lo que necesitaremos es contar con las indicaciones de nuestra pareja para ir acercándonos poco a poco al objetivo.

Punto G de la mujer

Resulta demasiado común oir hablar sobre mujeres que fingen orgasmos, una medida que usan para librarse de hombres con escasa habilidad en la cama. Para evitar esto tendremos que conocer los puntos calientes de las mujeres, y uno de ellos es el punto G.

Antes de nada tendremos que calentar el ambiente, aquí entran en juego los preliminares, de forma que una vez la mujer este suficientemente excitada podamos centrarnos en la estimulación del clitoris y del punto G. Con movimientos suaves y constantes lograremos llevarla un orgasmo que no olvidará.

Punto G del hombre

Aunque en pocas ocasiones nos acordemos del hombre cuando hablamos del punto G, debemos recordar que también tenemos nuestro equivalente, el cual también se conoce como punto P, algo que nos recordará a la prostata.

Y es que precisamente en el ano podemos localizar una zona similar a la de la mujer que logrará una excitación tremenda en el hombre. En la pared frontal del ano podremos sentir la glándula prostática, cuya estimulación pueda provocar incluso eyaculaciones involuntarias o espasmos.

Yo no sé si se lo habré encontrado a mi chica