The Gray Man Of Hermione Granger.
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clara_mercury
barto23
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Re: The Gray Man Of Hermione Granger.
Muy bueno el capitulo.
los secuestradores han sido muy crueles, afortunadamente Hermione pudo salvarle y al fin se declararon su mutuo amor; lo malo es que nadie puede saberlo.
los secuestradores han sido muy crueles, afortunadamente Hermione pudo salvarle y al fin se declararon su mutuo amor; lo malo es que nadie puede saberlo.
Re: The Gray Man Of Hermione Granger.
Capitulo Onceavo. El Misterioso Guardián.
-Doctor ¿como esta?- pregunto Hermione tan asustada, que sus rodillas apenas la mantenian en pie. Casi preparadas para derrumbarse y su corazón a quebrase en miles de pedazos, si el destino la volvía a traicionar.
- Señorita Granger- dijo el anciano medimago, de ojos azules, con canas, barba blanca y vestido con una bata blanca- en estos momentos lo tenemos en coma inducido. Ha sufrido muchas heridas y ha sido expuesto a la maldición Cruciatas por mucho tiempo. Ha alterado todo su sistema nervioso y hace que envié señales de daños erróneos, que es lo que está desorientando al paciente. Tiene que estar en coma hasta que su sistema estabilice esas señales eléctricas. Además, eso le ayudara con el dolor, ya que sin el coma, sentiría esas terribles agonías.
Hermione sintió como se le desgarraba el corazón por Frank, y tuvo que ser fuerte para contener sus lágrimas. No, no lo perdería, pero saber que Frank estaba sufriendo tanto, era casi peor que enterse de algo más...
-El señor Connor ahora está dormido y Ud puede verlo si lo desea- continuo el Doctor Horner, tratando de ignorar el dolor de la castaña, aunque mirandola con compasión-Pero no debe y no puede tratar de despertarlo. Me preocupa que estas corrientes eléctricas puedan producirle daños severos. Ya limpiamos las heridas del pecho y la de la mano. Me temo que no podemos hacer nada con el dedo, ya que no ha aparecido y ya debe de estar infectado. Además, ya cerramos la herida y ya no puede volverse a reponer. Lo lamento.
- Si gracias Doctor Horner. Muchas gracias.
El doctor asintió y se retiro, dejando sola a Hermione, que se llevo las manos a la sien, para digerir lo que acababa de oír. "Dios, llegamos muy tarde, a pesar de todo. El pobre debía de estar sufriendo mucho" se dijo.
Ella empezó a caminar por el Hospital, hacia donde estaba la habitación donde debía estar Frank en coma. No hablo con nadie y como sabia llegar, no tardo en estar frente a la puerta. La abrió y entro. Todo estaba oscuro y apenas se podía ver a Frank dormido, en la oscuridad. Se aproximo a él, se veía tan tranquilo, y su apacible rostro, le pareció muy hermoso a la castaña. Le acaricio el cabello y se lo aparto delicadamente de la frente. Le dio un beso en ella, pero después, no pudo resistir la tentación, y lo beso tiernamente en los labios. Frank no respondió. Seguía durmiendo, ajeno al mundo.
Tenía una bata de hospital puesta, pero que dejaba ver su pecho. Ella abrió lo botones de la bata un poco, para descubrir un poco mas y poder ver la herida que tenía en el centro. Estaba tapada por una gasas, así que Hermione la dejo así y fue así como se fijo en una cicatriz, un poco abajo del corazón, pero muy cerca. Era poco más pequeña que la quemada, pero estaba mal cicatrizada y hasta un poco roja. Una curiosidad le invadió y con mucha delicadeza le dio la vuelta y lo puso casi boca abajo y con un hechizo de transparencia pudo ver debajo de la bata, la espalda de Frank y se tapo la boca con la mano, horrorizada.
Frank tenía una misma cicatriz en el lado izquierdo de su espalda. Como si algo lo hubiese atravesado el pecho. El pulmón y quién sabe si hasta el corazón. Ella había conseguido una serie de heridas por su trabajo, pero nada tan grave como eso. Lo volvió acomodar y se fue a la ventana a meditar. Tenía lágrimas otra vez en sus ojos. "Cuanto sufrimiento y dolor. ¿Por qué la vida era así para ellos?"- se pregunto la castaña.
En ese momento una mano se poso sobre su hombro y Hermione se sobresaltó y se volteo.
-Hermione- dijo Frank débilmente, antes de caer de rodillas al suelo. Este quedo con la mirada baja, casi a punto de caer. Hermione se arrodillo también, emocionada y con lágrimas en los ojos, le levanto la barbilla para verle. Sus ojos seguían cansados pero había una llama en ellos que impacto a Hermione. Frank la vio unos momentos antes de besarla tiernamente. Cayeron al suelo y rodaron en el, besándose, saboreándose el uno al otro, hasta que Hermione quedo sobre él y el dolor incremento más allá de toda mesura y corto el beso, soltando un débil quejido, más no hizo nada para que el dolor disminuyera. La dejo que se quedara sobre él, mirándola a los ojos. Ella quiso bajarse, pues sabía que causaba mucho dolor, pero él no se lo permitió. El solo se quedo mirándola a esos ojos color miel.
-Dios, te amo tanto- le dijo Frank, suavemente, más sus ojos relampagueaban de pasión- eres la mujer más maravillosa que he conocido en la vida, y te amo.
-¿Qué dijiste?- dijo ella sin dar crédito a sus oídos.
-Hermione... Te amo- dijo él con una mirada serena, pero tierna- no puedo seguir escondiéndolo más. Tú me haces sentir cosas que jamás pensé que sentiría. Jamás.
-¿En verdad?- pregunto la castaña, no lo podía creer. Él... ¿La amaba?- y…y tú me haces sentir cosas que jamás pensé que sentiría otra vez.
Frank la beso tiernamente otra vez, y paso su mano cerca del rostro de la ojimiel, y echo para atrás los mechones castaños que se acomodaban sobre su hombro, dio un suspiro y repentinamente su corazón de desboco, haciendo que pusiera su mano en la nuca de Hermione, para así profundizar ese deseado beso. Sus labios encajaban a la perfección con los de la castaña, y su sabor a cerezas le pareció exquisito. Sus lenguas por fin se encontraron, y bailaron, con cierta timidez al principio, pero con soltura y pasión hasta el final. Y cuando se despegaron, la castaña todavía mantenía los ojos cerrados, asimilando las maravillosas sensaciones que recorrieron su cuerpo, mientras recuperaba el aliento. Frank se la quedo mirando por esos cortos segundos, y acaricio el bello rostro de la mujer con la punta de sus dedos. Ella reacciono a ese cosquilleo en sus mejillas, así que abrió los ojos por fin, le sonrió y le beso las manos.
- Me enamore de ti hace tanto tiempo. Creo que desde el principio.
-¿Desde el principio?- pregunto Hermione, pues no podía creer su felicidad.
-Sí, me llevo un tiempo darme cuenta- le dijo y ambos rieron, con una risa que habría enternecido hasta el corazón más frío. Pero tan rápido como vino, la sonrisa se le fue de los labios, y continuo- Pero no podía, no debía hacer nada. Pero mientras yo no te agradaba, no importaba, porque no pasaba nada. Estabas segura, ¿Entiendes?
-¿Segura de qué?
-De que te hiriera. No quiero hacerlo, temo hacerlo.
-Frank no vas a hacerlo. Yo se que tu nunca serias capaz de eso.
- Pensé que si yo me mantenía distanciado y hacia cosas que crearan discordia entre nosotros, entonces no habría peligro. Por eso te conté esas cosas, sobre mi pasado.
- ¿Lo hiciste para alejarme de ti? ¿No entiendo?
- Pensé que tú te darías cuenta de lo que soy. Pensé que no lo entenderías y pensarías que soy un monstruo. Pero no lo hizo. Y lo peor es que parecías entenderme, parecías pensar que no soy una mala persona, a pesar de lo que ha hecho.
-No lo eres- le aseguro la castaña, tomando su rostro con sus manos y mirando fijamente a esos ojos grises de los que sin darse cuenta, se había enamorado- En verdad Frank, no lo eres. Has vivido y visto cosas terribles, eso es todo. Pero en verdad tienes un gran corazón. Lo he visto.
-No sabes lo que he hecho- dijo aflorando una gran angustia, ajena al dolor físico- he visto y hecho cosas tan terribles, que ya olvide lo que es ser un ser humano. Ya las cosas ya no tienen sentido para mí.
-¿Sentido?
-Yo contaba con cosas Hermione, yo tenía una familia, un hogar. Yo tenía un padre y una madre, una familia. Cosas que tenían sentido. Y los perdí, lo perdí todo. Y ahora, ya no me acuerdo si quiera cuando las cosas tenían sentido. Ahora solo existe miedo, miedo de tener algo que pierda otra vez. Yo te entiendo Hermione.
-¿Qué? ¿Entiendes qué?
-Lo que se siente contar con algo y lo que se siente cuando te lo es quitado. Eso es lo que te paso a ti ¿no?
Hermione trago saliva y palideció. Retiro sus manos del rostro del pelinegro, y se aparto un poco de él. No lo esperaba, no esperaba que él quisiera indagar en ese camino. Pero ella decidió que era tiempo liberar eso que por años la ahogaba.
-Yo lo ame mucho Frank. Y sufrí mucho cuando me lo quitaron, y… y yo…yo- confeso ella, pero sus palabras se le ahogaron, y las lagrimas se le escaparon de sus ojos color ámbar. Frank la acerco a él y le dio un abrazo tan necesitado por la castaña, quien con sus ojos cerrados, lo apretó muy fuerte contra ella, como si temiera que se lo perdiera de nuevo, y derramo en sus hombros, las últimas lagrimas rebeldes, por fin pudo continuar- no pasa un día, en que no piense en él, en los maravillosos momentos que vivimos juntos, y cómo sería diferente mi vida si no me lo hubiesen quitado.
Frank no lo sabía, y probablemente ni Hermione tampoco, pero había algo en él, que tranquilizaba a la castaña, que hacía que el dolor que tanto tiempo había acompañado a la castaña, se hiciera más llevadero. Ella solo lo sentía, pues con otros hombres, ella no pudo nunca olvidarse de ese dolor, y de Ron Weasley. Probablemente, solo con que se lo recordaran, su gran fuerza se hubiera quebrado, y ella hubiera sucumbido a los sollozos.
-Sí, habrías sido muy feliz con él. No lo dudo- dijo Frank, teniendo todavía a la castaña en sus brazos- no dejas de pensar lo mucho que lo amabas y lo mucho que odias al que te lo quito. Eres una persona increíblemente fuerte por poder aguantar tanto sufrimiento. Merecías y mereces tanto y la vida te ha dado tan poco. Habrías sido muy feliz con él, mucho más de lo que yo te podría a hacer.
-¿Y tu como sabes eso?- le pregunto enfadada repentinamente, apartándose de él, bruscamente.
-No lo sé, es verdad- mintió Frank, y Hermione lo sabía, pues no quería hacer enfadar más a la castaña- Pero si se que sientes tener ese horrible dolor que estrangula todo deseo de ser feliz, hasta que el recuerdo de tu amado, se convierte en veneno para tu alma- dijo con un susurro- Y un día te vez deseando no haber nunca conocido a esa extraordinaria persona, para así liberarte de tu dolor. Para así nunca sufrir más.
Ella lo miro con lágrimas en los ojos, él la observaba con una mirada triste ¿Cuántas veces no había deseado no conocer a Ron? A pesar de lo monstruoso de la idea.
-Es por eso que yo peleo sin vacilación y hasta sin piedad. Porque simplemente hay demasiada gente que vive sin decencia o humanidad. Que van por el mundo causando dolor, ruina y miedo. No importa cuánto me odie por hacer lo que hago Hermione, es algo que debo hacer.
-No tienes que seguir haciéndolo. Frank, tú también puedes tener una vida feliz.
-Eso sería tomar el camino fácil ¿no? Hermoso sí, pero, si yo no hago lo que nací para hacer, nadie más lo podrá hacerlo Hermione, nadie más. Muchos pagarían si lo hiciera. Además…-dijo dando un suspiro- ya es muy tarde para mí.
-¿Y por qué no?- pregunto ella enfurecida, dándole golpecitos a Frank, en el pecho- ¿Por qué otro no puede hacerlo?
El la rodeo con sus brazos para tratar de calmarla. Ya lo estaba haciendo. La estaba hiriendo. Maldijo su debilidad y se maldijo a sí mismo. El se levanto y cargo a Hermione con sus brazos, quien se aferro fuertemente a él.
-¿Qué haces? No puedes hacer esfuerzos así- le dijo Hermione preocupada, aunque muy conmovida. Mas el no hizo caso y la llevo hasta la cama. El trataba de tener una expresión impasible, pero no pudo esconderle a Hermione las señales del dolor que sentía. Las fuerzas apenas le dieron para poderla acostar en la cama, de una forma un poco brusca y después el cayó al suelo de rodillas, al lado de ella, agotado. Hermione se incorporo preocupada. Se veía muy fatigado y adolorido.
-Ojala hubiera una forma de desaparecer esto- dijo Frank con los ojos aguados, entrelazando sus manos con las de ellas- ojala pudiera desaparecer esto que sentimos. Ojala pudiera desaparecer lejos de aquí, para no volver y para no hacerte sufrir más. Pero no puedo, Hermione, pues yo ni siquiera puedo soportar el estar lejos de ti.
-No Frank. No digas eso. No quiero que vuelvas a pensar en eso- le dijo Hermione levantándole la cara para mirarlo- No tenemos que pensar en eso hoy. Nada es seguro todavía excepto lo que sentimos entre nosotros. Y Frank, nunca es demasiado tarde.
Frank asintió y volvió a cerrar los ojos con mucha fuerza y en su rostro volvió a aparecer señales de dolor, pero se le paso muy rápido. Hermione, preocupada, le acaricio la frente y le dijo.
-Esos monstruos te han hecho sufrir muchos daños Frank, y no deberías estar haciendo estos esfuerzos. Ahora ven y acuéstate a mi lado, ¡Necesitas descansar!
Frank la obedeció y se metió adolorido en la cama junto a Hermione, quien lo abrazo fuertemente, ya que la castaña había empezado a depender de él. Se daba cuenta, que su felicidad ahora solo podía estar con él. Y su felicidad dependía de estar con él. Se acostaron muy juntos y abrazados, mirándose de frente, a los ojos, ella acariciándole la frente con su mano, mientras él, embelesado por su belleza, la acariciaba con sus ojos. Al rato se quedaron dormidos, juntos, en una cama del Hospital San Mungo.
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El hombre entro en una celda oscura y se sobresalto cuando cerraron de golpe la rega. Vio una silueta de un anciano sentado en una de las dos camas. El anciano en oscuras se levanto.
-He sido informado de que me fallaste hijo mío- le dijo el anciano al hombre que entro- me dijeron que está vivo. Y de que tampoco conseguiste sacar nada. Que hasta te hizo hacer el ridículo. ¿Es cierto?
-Si padre- le dijo el hombre bajando la cabeza asustado- perdóname. Trate de…
-Acércate- le ordeno. El hombre obedeció- ahora arrodíllate.
Y cuando el hombre lo hubo hecho, con la cabeza abajo, el anciano lo agarro por la franela y lo golpeo con su puño.
-Maldigo-lo golpeo- el maldito día-lo golpeo- que naciste. ¡LO MALDIGO!
-Pa… padre, perdóname- dijo el hombre llorando, con el ojo morado y el labio roto- te… te falle ¡perdóname!
-¡Perdonarte! Te dije que lo mataras rápido. ¡Te lo dije! ¡Nos has condenado a todos!
El anciano se sentó otra vez, jadeando. Se llevo las manos al cabello.
-Y ¿ahora qué vamos a hacer?- se lamento el anciano- ¿Qué demonios vamos a hacer?
-El dijo que las cosas no están marchando como esperábamos, padre. ¿Es cierto?
-Con ellos 2 vivos, las cosas no pueden salir bien. Por eso te dije que lo mataras, te lo dije.
-Trate de hacerlo confesar padre, pero él no dijo nada.
-Te dije que no perdieras tu tiempo en eso. Has decepcionado a tu padre, George. Has decepcionado a la familia Garret.
-¿Qué vamos a hacer?- dijo llorando- ¿Debemos pedirle ayuda?
-Si- coincidió el anciano- solo el maestro puede hacer cambiar la situación. Solo él puede acomodar el desastre. Pero te digo muchacho, no le va a gustar nada haberlo obligado a actuar antes de tiempo. Nos podría matar por tu error.
-¿Pero crees que podrá con él?
-¿Poder? Yo creo que es capaz de hasta convencerlo de que se una a nosotros. Él lo conoce mejor que nadie. El sabe como pelear con él. Solo el.
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En el Hospital, en la cama de una habitación, los rayos del sol mediodía se filtraban por unas cortinas mal cerradas, haciendo que se despertara una mujer de un hermoso y enmarañado cabello castaño. Estaba arropada con una sábana blanca junto a Frank, que seguía durmiendo apaciblemente entre los brazos de la bella castaña. Ella se le quedo mirando mientras dormía profundamente. Su rostro tenía tanta paz y no sobresalían señales de sufrimientos. Dormía tan tranquilo y el movimiento de su respiración era la única señal de vida. Se veía tan irresistible, que Hermione no se resistió, aunque sea, a retirar con una caricia, los pocos mechones de cabello negro, que invadían la frente de su amado.
Hermione se levanto muy lentamente, para no turbar el sueño de Frank. Cerró mejor las cortinas de la ventana y la habitación quedó más a oscuras. Se puso las zapatillas y la chaqueta y después se arrodillo en el lado de la cama donde dormía Frank. Se le quedo mirando un momento. Con unas caricias le quieto el pelo de la frente y se lo acomodo.
- Duerme, lo necesitas, Frank, para poder recuperarte- le dijo Hermione, acariciándole la frente- Y yo necesito que te recuperes. Te necesito Frank… porque te amo.
Ella lo beso suavemente y después se incorporo y se dirigió a la puerta y cuando ya estaba por salir, miro a Frank una última vez, que estaba en oscuras. Seguía durmiendo tranquilamente y su respiración seguía siendo la única señal de vida. No pudo darse cuenta cuando la castaña salió de la habitación, dejándolo solo en la oscuridad de la habitación.
-Buenos días Doctor Horner- le dijo Hermione al doctor en su bata blanca, este se volteo ya que estaba hablando con la recepcionista.
-Buenos días a Ud, señorita Granger- le dijo solemnemente y le estrecho la mano- No sabía que estaba aquí ¿viene Ud de la habitación del…-reviso su lista- señor Connor?
-Sí, fue una visita breve nada mas- mintió Hermione, no sabía porque- en la visita de anoche hablamos ¿sabe?
-¿Hablaron? ¿Por qué no me lo dijo ayer?- pregunto el visiblemente enfadado- ¿Lo despertó Ud o se despertó solo?
-Disculpe Doctor Horner, no lo pude encontrar y tenía una emergencia en el Ministerio- mintió ella, otra vez-Y el se despertó solo, pero después lo mande a dormir.
-Bueno eso estuvo bien de su parte, pero la próxima vez, le ruego que busque la forma de informarme. Es necesario vigilarlo muy de cerca. Y todo se ha complicado ya que un hombre que trabaja para Ud no nos permite entrar, por razones de seguridad al parecer. Todo los trabajos los hace un medico de su Departamento. Señorita, mis respeto, pero tenemos personal capacitado y de confianza. No me parece una medida necesaria.
Esa revelación la dejo fuera de juego. Ella tuvo que hacer grandes esfuerzos para no hacer de la sorprendida. "¿Con razón nadie nos molesto"? Y se dio cuenta de algo que si la hizo palidecer. "¿Alguien del Departamento sabe lo de Frank y yo?" ¿Quién?" A pesar de todo, decidió seguir el juego de esa persona desconocida. Ya lo enfrentaría mas tarde. "Frank, te necesito".
-Lo lamento mucho Doctor, sé que es un poco molesto estas imposiciones, pero por razones que no estoy en libertad de compartir, es necesario tomar esta medidas.
-Está bien- dijo visiblemente molesto- pero no permitiré que ese doctor trate al paciente en este Hospital. El ha de hacer lo que yo le ordene y deberá informarme de cómo evoluciona el paciente.
-Muy bien. Doctor Horner, ¿Es normal que el señor Connor despertara?- pregunto intrigada.
-Si bueno, no es raro que pase. Cuando el coma es impuesto recientemente, el cuerpo puede hacerle resistencia, pero generalmente el cuerpo se rinde, como en este caso, y logran entrar en el estado. Me han informado que está ya en coma, pero de todas maneras, haré que lo revisen para estar seguros. ¡Es preciso que el señor Connor este en coma!
-¿Y podría ser dañino ese momento que estuvo despierto?- le pregunto Hermione, sintiéndose muy culpables "Si algo le pasa, será por mi culpa"
-Bueno, si fue un tiempo muy prolongado puede ser catastrófico. El señor Connor podría sufrir daños cerebrales irreversibles. ¿Cuánto tiempo estuvo despierto?
-No mucho, 10 a 15 minutos máximo- dijo ella aliviada, pero sintiéndose un poco culpable todavía- ¿estará bien?
-¡O si!, ese tiempo no creo que vaya a afectarle, pero me imagino que si expreso dolores ¿verdad?
-Sí, manifestó dolores en la cabeza y en sus heridas.
-Sí, esos dolores en la cabeza y una sensación de una corriente en su columna son síntomas inequívocos de un trastorno nervioso, producto de las maldiciones. Pero, no se preocupe, el ya esta en coma y eso le hará sanar.
-¿Y cuanto tiempo estará en coma?- tratando de disimular su angustia.
-Lo lamento, pero ya eso depende de él. Cuando esté listo, cuando se haya estabilizado, el despertara. Ahora, si me disculpa, necesito retirarme.
- Si doctor lo entiendo, pero tengo una última cosa que preguntarle- el doctor la miro pacientemente, esperando- Me fije que el señor Connor tiene una cicatriz en el pecho y una igual en la espalda. ¿Sabe que puede ser eso?
El se la quedo mirando, suspicazmente y después bajo la mirada para analizar las cosas.
Y empezó a hablar con una emoción y un interés académico muy evidente, como si estuviese hablando con un colega y no con un paciente o más bien, un "allegado" a un paciente.
-Bueno, en primer lugar, la cicatriz fue producto de una maldición muy poderosa, que puede ser un Septumsempra concentrado, de los que hacen una solo gran herida o una maldición llamada Cramercourt, que provoca una herida que traspasa el cuerpo y la hemorragia, que no sucede tan rápido como la Septumsempra, es solo cuestión de tiempo.
"Pero la verdad creo que es más probable que fuera esta maldición, Cramercourt, ya que produce una herida difícil de cicatrizar y es muy difícil que se evite una infección grave. Y juzgando por lo mal que cicatrizo, imagino que produjo un daño terrible en el cuerpo.
El Septumsempra en cambio, su daño no es tan poderoso, pero si no es tratada la hemorragia, la muerte puede ser rápida, y claro, dependiendo en el lugar del impacto. En el corazón por ejemplo, la hemorragia es casi imposible de controlar a tiempo. En cambio, un Cramercourt, con solo controlar la hemorragia, no es suficiente. Debe el sanador preocuparse por el daño en el cuerpo y las posibles infecciones. El Septumsempra, su daño no es terrible en el cuerpo, pero tienen un potencial increíble para desangrar a la victi…. -el doctor paro al ver a Hermione sentada, muy pálida. No se había dado cuenta, como sus rodillas habían cedido ante el horror de lo que escuchaba- ¡Oh! Discúlpeme señorita Granger, he hablado muy a la ligera y el interés en el tema me ha hecho olvidar la delicadeza. Mil disculpa. Quisiera quedarme más tiempo, pero mi trabajo me llama, que pase un buen día.
Y dejo a Hermione, sentada y muy pálida, que apenas pudo despedirse. No sabía porque le pasaba esto. No solo había hablado de lo que le ocurrió a Frank sino también a Ron y de cómo murió. "¿Seria también esa maldición lo que le provoco esa herida a Frank? ¿Cómo debo tomar esto? ¿Qué querrá decir? ¿Es esto coincidencia o un juego cruel del destino?" En ese momento se levanto y empezó a caminar, sin ser consciente de lo que hacía, a la salida del hospital, pero se perdió. Ya desesperada por salir de ese lugar, se concentro totalmente en buscar la salida.
-¡Hermione, por fin te encontramos!- le grito una mujer pelirroja, que se abalanzo sobre ella y la abrazo fuertemente.
-¿¡Ginny!? ¿Qué hacen aquí?- le pregunto sorprendida, en ese momento los 4 Potter estaban ahí. Harry estaba un poco atrás con sus 2 hijos, tratando de impedir que se abalanzaran sobre ella también- ¿No sabía que estaban en el país?
-Acabamos de llegar de Ottawa tonta- le explico Ginny separándose de ella- en la mañana nos dijeron que estabas en el Hospital y vinimos lo antes posibles. Pero no pudimos localizarte, nos dijeron que no eras un paciente y un doctor nos dijo que estabas aquí pero visitando un paciente y después ¡ese idiota!- grito señalando al agente John Broke que estaba un poco más atrás, fumando un cigarro- nos dijo que no era cierto, que estabas en una reunión en el Ministerio.
Hermione miro impresionada y casi en shock, a Broke, "¿Sabrá él?", pero él no dijo nada y ella tampoco. En ese momento una enfermera le llego a Broke y lo regaño por estar fumando.
-¡Esto es un Hospital, no un maldito bar! ¡Aquí hay pacientes por el amor de dios!- gritaba la enfermera, de pelo marrón enrulado y gordita- ¡Si quiere fumar váyase a un bar!
El escocés miro a Hermione y le sonrió con complicidad, dio una última canalada, tiro el cigarro, que lo piso con el zapato y se fue de allí, expulsando el humo por la nariz, seguido por la enfermera que estaba más rabiosa todavía, porque Broke había tirado el cigarro al piso. Unos cuantos metros alejados de ellos, John se reunió con otro hombre, que Hermione reconoció como Jonathan Dillon, otro de los agentes del DSM. Ambos se fuero del hospital, con la furiosa enfermara atrás de ellos.
-¿Qué cosa les dijo Ginny?- pregunto Hermione, ella la miro extrañada- disculpa es que no te escuche bien, por los gritos de la enfermera.
-Ah sí, ese hombre se nos acercó cuando íbamos a una habitación donde el doctor nos había dicho que estarías. Entonces el idiota se nos acerco y no nos permitió pasar porque según él, ahí estaba un hombre, uno de los agentes de tu Departamento y que estaba recibiendo tratamiento y nos dijo que tú estabas en una reunión.
-¿Es cierto eso Hermione?- pregunto Harry que miraba suspicazmente a Hermione- ¿Es cierto lo que nos dijo ese hombre?
-Si- mintió ella tratando de recobrarse de la sorpresa- si…si es cierto. Ayer tuvimos una operación y uno de mis mejores agentes resulto herido. Solo venia a visitarlo.
-¿Pero estas bien, Hermy?- le dijo cariñosamente Ginny. La castaña asintió, sonriendo forzosamente. Ginny se dirigió a sus hijos, James de 18 y Lily de 15- ahora ya pueden saludar a su madrina.
Harry los soltó y Lily salió corriendo para abrazar a la castaña, con unas pocas lágrimas en sus hermosos ojos verde esmeralda. James se quedo un poco atrás, pues sabía lo importante que era para su hermana menor, estar junto a su madrina.
-Tia Mion ¿estás bien?- le dijo Lily cariñosamente, así fue como la joven pelirroja llamaba a Hermione cuando era pequeña y se le quedo el apodo- me preocupaste mucho.
-Lis, Lis, estoy bien. Te prometí que nunca nada me iba a pasar. ¿Lo recuerdas?- le dijo Hermione besándole la frente a su ahijada. En ese momento se les unió James en el abrazo.
-Tía, que alegría que estés bien- le dijo seriamente, como su padre- nos preocupaste a todos.
-Jamie, estoy bien. No se tenían que preocupar. Ud saben que me puedo cuidar sola- se dirigió a Harry, fingiendo enfado- ¿Por qué los asustan tanto, y por nada?
-Ey, en primer lugar, eso fue por culpa de Ginny y en segundo lugar, nadie nos dijo lo que te había ocurrido. Solo nos dijeron que estabas en el Hospital- dijo Harry, dándole un beso en la mejilla a Hermione, sobre Lily que todavía abrazaba a su madrina- Todo fue una sola confusión. ¿Por qué el señor Fisher no nos dio el mensaje el mismo? Nunca pensé que el hombre fuera un holgazán. Y ese tal agente Calamy no es muy comunicativo.
-El señor Fisher no está trabajando por el momento- se limito a decir Hermione que se le ensombreció el rostro, pues sabía que ellos iban a insistir- después les daré más detalles, cuando lleguemos a mi casa. Por favor. Quiero salir de acá lo más rápido posible. Odio los hospitales.
Y se fueron todos juntos a casa de Hermione. Lily seguía pegada a su madrina, con Ginny al lado, contándoles lo nuevo de sus vidas en Ottawa, Canadá. Harry estaba atrás mirando a Ginny hablar, y su hijo mayor estaba a su lado, mirando con curiosidad a su alrededor. Aparecieron en la casa de Hermione, a las afueras de Oxford.
__________________________-
¡Volvi! O_O Perdon la tardanza...
No se preocupen, yo tambien note mi descaro en regresar por aquí...
Espero que me perdonen la enorme tardanza. No me molestare en excusas, porque no son muy buenas... Ups...
Saludos y gracias por leerme.
No les fallare... en mucho tiempo al menos...
-Doctor ¿como esta?- pregunto Hermione tan asustada, que sus rodillas apenas la mantenian en pie. Casi preparadas para derrumbarse y su corazón a quebrase en miles de pedazos, si el destino la volvía a traicionar.
- Señorita Granger- dijo el anciano medimago, de ojos azules, con canas, barba blanca y vestido con una bata blanca- en estos momentos lo tenemos en coma inducido. Ha sufrido muchas heridas y ha sido expuesto a la maldición Cruciatas por mucho tiempo. Ha alterado todo su sistema nervioso y hace que envié señales de daños erróneos, que es lo que está desorientando al paciente. Tiene que estar en coma hasta que su sistema estabilice esas señales eléctricas. Además, eso le ayudara con el dolor, ya que sin el coma, sentiría esas terribles agonías.
Hermione sintió como se le desgarraba el corazón por Frank, y tuvo que ser fuerte para contener sus lágrimas. No, no lo perdería, pero saber que Frank estaba sufriendo tanto, era casi peor que enterse de algo más...
-El señor Connor ahora está dormido y Ud puede verlo si lo desea- continuo el Doctor Horner, tratando de ignorar el dolor de la castaña, aunque mirandola con compasión-Pero no debe y no puede tratar de despertarlo. Me preocupa que estas corrientes eléctricas puedan producirle daños severos. Ya limpiamos las heridas del pecho y la de la mano. Me temo que no podemos hacer nada con el dedo, ya que no ha aparecido y ya debe de estar infectado. Además, ya cerramos la herida y ya no puede volverse a reponer. Lo lamento.
- Si gracias Doctor Horner. Muchas gracias.
El doctor asintió y se retiro, dejando sola a Hermione, que se llevo las manos a la sien, para digerir lo que acababa de oír. "Dios, llegamos muy tarde, a pesar de todo. El pobre debía de estar sufriendo mucho" se dijo.
Ella empezó a caminar por el Hospital, hacia donde estaba la habitación donde debía estar Frank en coma. No hablo con nadie y como sabia llegar, no tardo en estar frente a la puerta. La abrió y entro. Todo estaba oscuro y apenas se podía ver a Frank dormido, en la oscuridad. Se aproximo a él, se veía tan tranquilo, y su apacible rostro, le pareció muy hermoso a la castaña. Le acaricio el cabello y se lo aparto delicadamente de la frente. Le dio un beso en ella, pero después, no pudo resistir la tentación, y lo beso tiernamente en los labios. Frank no respondió. Seguía durmiendo, ajeno al mundo.
Tenía una bata de hospital puesta, pero que dejaba ver su pecho. Ella abrió lo botones de la bata un poco, para descubrir un poco mas y poder ver la herida que tenía en el centro. Estaba tapada por una gasas, así que Hermione la dejo así y fue así como se fijo en una cicatriz, un poco abajo del corazón, pero muy cerca. Era poco más pequeña que la quemada, pero estaba mal cicatrizada y hasta un poco roja. Una curiosidad le invadió y con mucha delicadeza le dio la vuelta y lo puso casi boca abajo y con un hechizo de transparencia pudo ver debajo de la bata, la espalda de Frank y se tapo la boca con la mano, horrorizada.
Frank tenía una misma cicatriz en el lado izquierdo de su espalda. Como si algo lo hubiese atravesado el pecho. El pulmón y quién sabe si hasta el corazón. Ella había conseguido una serie de heridas por su trabajo, pero nada tan grave como eso. Lo volvió acomodar y se fue a la ventana a meditar. Tenía lágrimas otra vez en sus ojos. "Cuanto sufrimiento y dolor. ¿Por qué la vida era así para ellos?"- se pregunto la castaña.
En ese momento una mano se poso sobre su hombro y Hermione se sobresaltó y se volteo.
-Hermione- dijo Frank débilmente, antes de caer de rodillas al suelo. Este quedo con la mirada baja, casi a punto de caer. Hermione se arrodillo también, emocionada y con lágrimas en los ojos, le levanto la barbilla para verle. Sus ojos seguían cansados pero había una llama en ellos que impacto a Hermione. Frank la vio unos momentos antes de besarla tiernamente. Cayeron al suelo y rodaron en el, besándose, saboreándose el uno al otro, hasta que Hermione quedo sobre él y el dolor incremento más allá de toda mesura y corto el beso, soltando un débil quejido, más no hizo nada para que el dolor disminuyera. La dejo que se quedara sobre él, mirándola a los ojos. Ella quiso bajarse, pues sabía que causaba mucho dolor, pero él no se lo permitió. El solo se quedo mirándola a esos ojos color miel.
-Dios, te amo tanto- le dijo Frank, suavemente, más sus ojos relampagueaban de pasión- eres la mujer más maravillosa que he conocido en la vida, y te amo.
-¿Qué dijiste?- dijo ella sin dar crédito a sus oídos.
-Hermione... Te amo- dijo él con una mirada serena, pero tierna- no puedo seguir escondiéndolo más. Tú me haces sentir cosas que jamás pensé que sentiría. Jamás.
-¿En verdad?- pregunto la castaña, no lo podía creer. Él... ¿La amaba?- y…y tú me haces sentir cosas que jamás pensé que sentiría otra vez.
Frank la beso tiernamente otra vez, y paso su mano cerca del rostro de la ojimiel, y echo para atrás los mechones castaños que se acomodaban sobre su hombro, dio un suspiro y repentinamente su corazón de desboco, haciendo que pusiera su mano en la nuca de Hermione, para así profundizar ese deseado beso. Sus labios encajaban a la perfección con los de la castaña, y su sabor a cerezas le pareció exquisito. Sus lenguas por fin se encontraron, y bailaron, con cierta timidez al principio, pero con soltura y pasión hasta el final. Y cuando se despegaron, la castaña todavía mantenía los ojos cerrados, asimilando las maravillosas sensaciones que recorrieron su cuerpo, mientras recuperaba el aliento. Frank se la quedo mirando por esos cortos segundos, y acaricio el bello rostro de la mujer con la punta de sus dedos. Ella reacciono a ese cosquilleo en sus mejillas, así que abrió los ojos por fin, le sonrió y le beso las manos.
- Me enamore de ti hace tanto tiempo. Creo que desde el principio.
-¿Desde el principio?- pregunto Hermione, pues no podía creer su felicidad.
-Sí, me llevo un tiempo darme cuenta- le dijo y ambos rieron, con una risa que habría enternecido hasta el corazón más frío. Pero tan rápido como vino, la sonrisa se le fue de los labios, y continuo- Pero no podía, no debía hacer nada. Pero mientras yo no te agradaba, no importaba, porque no pasaba nada. Estabas segura, ¿Entiendes?
-¿Segura de qué?
-De que te hiriera. No quiero hacerlo, temo hacerlo.
-Frank no vas a hacerlo. Yo se que tu nunca serias capaz de eso.
- Pensé que si yo me mantenía distanciado y hacia cosas que crearan discordia entre nosotros, entonces no habría peligro. Por eso te conté esas cosas, sobre mi pasado.
- ¿Lo hiciste para alejarme de ti? ¿No entiendo?
- Pensé que tú te darías cuenta de lo que soy. Pensé que no lo entenderías y pensarías que soy un monstruo. Pero no lo hizo. Y lo peor es que parecías entenderme, parecías pensar que no soy una mala persona, a pesar de lo que ha hecho.
-No lo eres- le aseguro la castaña, tomando su rostro con sus manos y mirando fijamente a esos ojos grises de los que sin darse cuenta, se había enamorado- En verdad Frank, no lo eres. Has vivido y visto cosas terribles, eso es todo. Pero en verdad tienes un gran corazón. Lo he visto.
-No sabes lo que he hecho- dijo aflorando una gran angustia, ajena al dolor físico- he visto y hecho cosas tan terribles, que ya olvide lo que es ser un ser humano. Ya las cosas ya no tienen sentido para mí.
-¿Sentido?
-Yo contaba con cosas Hermione, yo tenía una familia, un hogar. Yo tenía un padre y una madre, una familia. Cosas que tenían sentido. Y los perdí, lo perdí todo. Y ahora, ya no me acuerdo si quiera cuando las cosas tenían sentido. Ahora solo existe miedo, miedo de tener algo que pierda otra vez. Yo te entiendo Hermione.
-¿Qué? ¿Entiendes qué?
-Lo que se siente contar con algo y lo que se siente cuando te lo es quitado. Eso es lo que te paso a ti ¿no?
Hermione trago saliva y palideció. Retiro sus manos del rostro del pelinegro, y se aparto un poco de él. No lo esperaba, no esperaba que él quisiera indagar en ese camino. Pero ella decidió que era tiempo liberar eso que por años la ahogaba.
-Yo lo ame mucho Frank. Y sufrí mucho cuando me lo quitaron, y… y yo…yo- confeso ella, pero sus palabras se le ahogaron, y las lagrimas se le escaparon de sus ojos color ámbar. Frank la acerco a él y le dio un abrazo tan necesitado por la castaña, quien con sus ojos cerrados, lo apretó muy fuerte contra ella, como si temiera que se lo perdiera de nuevo, y derramo en sus hombros, las últimas lagrimas rebeldes, por fin pudo continuar- no pasa un día, en que no piense en él, en los maravillosos momentos que vivimos juntos, y cómo sería diferente mi vida si no me lo hubiesen quitado.
Frank no lo sabía, y probablemente ni Hermione tampoco, pero había algo en él, que tranquilizaba a la castaña, que hacía que el dolor que tanto tiempo había acompañado a la castaña, se hiciera más llevadero. Ella solo lo sentía, pues con otros hombres, ella no pudo nunca olvidarse de ese dolor, y de Ron Weasley. Probablemente, solo con que se lo recordaran, su gran fuerza se hubiera quebrado, y ella hubiera sucumbido a los sollozos.
-Sí, habrías sido muy feliz con él. No lo dudo- dijo Frank, teniendo todavía a la castaña en sus brazos- no dejas de pensar lo mucho que lo amabas y lo mucho que odias al que te lo quito. Eres una persona increíblemente fuerte por poder aguantar tanto sufrimiento. Merecías y mereces tanto y la vida te ha dado tan poco. Habrías sido muy feliz con él, mucho más de lo que yo te podría a hacer.
-¿Y tu como sabes eso?- le pregunto enfadada repentinamente, apartándose de él, bruscamente.
-No lo sé, es verdad- mintió Frank, y Hermione lo sabía, pues no quería hacer enfadar más a la castaña- Pero si se que sientes tener ese horrible dolor que estrangula todo deseo de ser feliz, hasta que el recuerdo de tu amado, se convierte en veneno para tu alma- dijo con un susurro- Y un día te vez deseando no haber nunca conocido a esa extraordinaria persona, para así liberarte de tu dolor. Para así nunca sufrir más.
Ella lo miro con lágrimas en los ojos, él la observaba con una mirada triste ¿Cuántas veces no había deseado no conocer a Ron? A pesar de lo monstruoso de la idea.
-Es por eso que yo peleo sin vacilación y hasta sin piedad. Porque simplemente hay demasiada gente que vive sin decencia o humanidad. Que van por el mundo causando dolor, ruina y miedo. No importa cuánto me odie por hacer lo que hago Hermione, es algo que debo hacer.
-No tienes que seguir haciéndolo. Frank, tú también puedes tener una vida feliz.
-Eso sería tomar el camino fácil ¿no? Hermoso sí, pero, si yo no hago lo que nací para hacer, nadie más lo podrá hacerlo Hermione, nadie más. Muchos pagarían si lo hiciera. Además…-dijo dando un suspiro- ya es muy tarde para mí.
-¿Y por qué no?- pregunto ella enfurecida, dándole golpecitos a Frank, en el pecho- ¿Por qué otro no puede hacerlo?
El la rodeo con sus brazos para tratar de calmarla. Ya lo estaba haciendo. La estaba hiriendo. Maldijo su debilidad y se maldijo a sí mismo. El se levanto y cargo a Hermione con sus brazos, quien se aferro fuertemente a él.
-¿Qué haces? No puedes hacer esfuerzos así- le dijo Hermione preocupada, aunque muy conmovida. Mas el no hizo caso y la llevo hasta la cama. El trataba de tener una expresión impasible, pero no pudo esconderle a Hermione las señales del dolor que sentía. Las fuerzas apenas le dieron para poderla acostar en la cama, de una forma un poco brusca y después el cayó al suelo de rodillas, al lado de ella, agotado. Hermione se incorporo preocupada. Se veía muy fatigado y adolorido.
-Ojala hubiera una forma de desaparecer esto- dijo Frank con los ojos aguados, entrelazando sus manos con las de ellas- ojala pudiera desaparecer esto que sentimos. Ojala pudiera desaparecer lejos de aquí, para no volver y para no hacerte sufrir más. Pero no puedo, Hermione, pues yo ni siquiera puedo soportar el estar lejos de ti.
-No Frank. No digas eso. No quiero que vuelvas a pensar en eso- le dijo Hermione levantándole la cara para mirarlo- No tenemos que pensar en eso hoy. Nada es seguro todavía excepto lo que sentimos entre nosotros. Y Frank, nunca es demasiado tarde.
Frank asintió y volvió a cerrar los ojos con mucha fuerza y en su rostro volvió a aparecer señales de dolor, pero se le paso muy rápido. Hermione, preocupada, le acaricio la frente y le dijo.
-Esos monstruos te han hecho sufrir muchos daños Frank, y no deberías estar haciendo estos esfuerzos. Ahora ven y acuéstate a mi lado, ¡Necesitas descansar!
Frank la obedeció y se metió adolorido en la cama junto a Hermione, quien lo abrazo fuertemente, ya que la castaña había empezado a depender de él. Se daba cuenta, que su felicidad ahora solo podía estar con él. Y su felicidad dependía de estar con él. Se acostaron muy juntos y abrazados, mirándose de frente, a los ojos, ella acariciándole la frente con su mano, mientras él, embelesado por su belleza, la acariciaba con sus ojos. Al rato se quedaron dormidos, juntos, en una cama del Hospital San Mungo.
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El hombre entro en una celda oscura y se sobresalto cuando cerraron de golpe la rega. Vio una silueta de un anciano sentado en una de las dos camas. El anciano en oscuras se levanto.
-He sido informado de que me fallaste hijo mío- le dijo el anciano al hombre que entro- me dijeron que está vivo. Y de que tampoco conseguiste sacar nada. Que hasta te hizo hacer el ridículo. ¿Es cierto?
-Si padre- le dijo el hombre bajando la cabeza asustado- perdóname. Trate de…
-Acércate- le ordeno. El hombre obedeció- ahora arrodíllate.
Y cuando el hombre lo hubo hecho, con la cabeza abajo, el anciano lo agarro por la franela y lo golpeo con su puño.
-Maldigo-lo golpeo- el maldito día-lo golpeo- que naciste. ¡LO MALDIGO!
-Pa… padre, perdóname- dijo el hombre llorando, con el ojo morado y el labio roto- te… te falle ¡perdóname!
-¡Perdonarte! Te dije que lo mataras rápido. ¡Te lo dije! ¡Nos has condenado a todos!
El anciano se sentó otra vez, jadeando. Se llevo las manos al cabello.
-Y ¿ahora qué vamos a hacer?- se lamento el anciano- ¿Qué demonios vamos a hacer?
-El dijo que las cosas no están marchando como esperábamos, padre. ¿Es cierto?
-Con ellos 2 vivos, las cosas no pueden salir bien. Por eso te dije que lo mataras, te lo dije.
-Trate de hacerlo confesar padre, pero él no dijo nada.
-Te dije que no perdieras tu tiempo en eso. Has decepcionado a tu padre, George. Has decepcionado a la familia Garret.
-¿Qué vamos a hacer?- dijo llorando- ¿Debemos pedirle ayuda?
-Si- coincidió el anciano- solo el maestro puede hacer cambiar la situación. Solo él puede acomodar el desastre. Pero te digo muchacho, no le va a gustar nada haberlo obligado a actuar antes de tiempo. Nos podría matar por tu error.
-¿Pero crees que podrá con él?
-¿Poder? Yo creo que es capaz de hasta convencerlo de que se una a nosotros. Él lo conoce mejor que nadie. El sabe como pelear con él. Solo el.
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En el Hospital, en la cama de una habitación, los rayos del sol mediodía se filtraban por unas cortinas mal cerradas, haciendo que se despertara una mujer de un hermoso y enmarañado cabello castaño. Estaba arropada con una sábana blanca junto a Frank, que seguía durmiendo apaciblemente entre los brazos de la bella castaña. Ella se le quedo mirando mientras dormía profundamente. Su rostro tenía tanta paz y no sobresalían señales de sufrimientos. Dormía tan tranquilo y el movimiento de su respiración era la única señal de vida. Se veía tan irresistible, que Hermione no se resistió, aunque sea, a retirar con una caricia, los pocos mechones de cabello negro, que invadían la frente de su amado.
Hermione se levanto muy lentamente, para no turbar el sueño de Frank. Cerró mejor las cortinas de la ventana y la habitación quedó más a oscuras. Se puso las zapatillas y la chaqueta y después se arrodillo en el lado de la cama donde dormía Frank. Se le quedo mirando un momento. Con unas caricias le quieto el pelo de la frente y se lo acomodo.
- Duerme, lo necesitas, Frank, para poder recuperarte- le dijo Hermione, acariciándole la frente- Y yo necesito que te recuperes. Te necesito Frank… porque te amo.
Ella lo beso suavemente y después se incorporo y se dirigió a la puerta y cuando ya estaba por salir, miro a Frank una última vez, que estaba en oscuras. Seguía durmiendo tranquilamente y su respiración seguía siendo la única señal de vida. No pudo darse cuenta cuando la castaña salió de la habitación, dejándolo solo en la oscuridad de la habitación.
-Buenos días Doctor Horner- le dijo Hermione al doctor en su bata blanca, este se volteo ya que estaba hablando con la recepcionista.
-Buenos días a Ud, señorita Granger- le dijo solemnemente y le estrecho la mano- No sabía que estaba aquí ¿viene Ud de la habitación del…-reviso su lista- señor Connor?
-Sí, fue una visita breve nada mas- mintió Hermione, no sabía porque- en la visita de anoche hablamos ¿sabe?
-¿Hablaron? ¿Por qué no me lo dijo ayer?- pregunto el visiblemente enfadado- ¿Lo despertó Ud o se despertó solo?
-Disculpe Doctor Horner, no lo pude encontrar y tenía una emergencia en el Ministerio- mintió ella, otra vez-Y el se despertó solo, pero después lo mande a dormir.
-Bueno eso estuvo bien de su parte, pero la próxima vez, le ruego que busque la forma de informarme. Es necesario vigilarlo muy de cerca. Y todo se ha complicado ya que un hombre que trabaja para Ud no nos permite entrar, por razones de seguridad al parecer. Todo los trabajos los hace un medico de su Departamento. Señorita, mis respeto, pero tenemos personal capacitado y de confianza. No me parece una medida necesaria.
Esa revelación la dejo fuera de juego. Ella tuvo que hacer grandes esfuerzos para no hacer de la sorprendida. "¿Con razón nadie nos molesto"? Y se dio cuenta de algo que si la hizo palidecer. "¿Alguien del Departamento sabe lo de Frank y yo?" ¿Quién?" A pesar de todo, decidió seguir el juego de esa persona desconocida. Ya lo enfrentaría mas tarde. "Frank, te necesito".
-Lo lamento mucho Doctor, sé que es un poco molesto estas imposiciones, pero por razones que no estoy en libertad de compartir, es necesario tomar esta medidas.
-Está bien- dijo visiblemente molesto- pero no permitiré que ese doctor trate al paciente en este Hospital. El ha de hacer lo que yo le ordene y deberá informarme de cómo evoluciona el paciente.
-Muy bien. Doctor Horner, ¿Es normal que el señor Connor despertara?- pregunto intrigada.
-Si bueno, no es raro que pase. Cuando el coma es impuesto recientemente, el cuerpo puede hacerle resistencia, pero generalmente el cuerpo se rinde, como en este caso, y logran entrar en el estado. Me han informado que está ya en coma, pero de todas maneras, haré que lo revisen para estar seguros. ¡Es preciso que el señor Connor este en coma!
-¿Y podría ser dañino ese momento que estuvo despierto?- le pregunto Hermione, sintiéndose muy culpables "Si algo le pasa, será por mi culpa"
-Bueno, si fue un tiempo muy prolongado puede ser catastrófico. El señor Connor podría sufrir daños cerebrales irreversibles. ¿Cuánto tiempo estuvo despierto?
-No mucho, 10 a 15 minutos máximo- dijo ella aliviada, pero sintiéndose un poco culpable todavía- ¿estará bien?
-¡O si!, ese tiempo no creo que vaya a afectarle, pero me imagino que si expreso dolores ¿verdad?
-Sí, manifestó dolores en la cabeza y en sus heridas.
-Sí, esos dolores en la cabeza y una sensación de una corriente en su columna son síntomas inequívocos de un trastorno nervioso, producto de las maldiciones. Pero, no se preocupe, el ya esta en coma y eso le hará sanar.
-¿Y cuanto tiempo estará en coma?- tratando de disimular su angustia.
-Lo lamento, pero ya eso depende de él. Cuando esté listo, cuando se haya estabilizado, el despertara. Ahora, si me disculpa, necesito retirarme.
- Si doctor lo entiendo, pero tengo una última cosa que preguntarle- el doctor la miro pacientemente, esperando- Me fije que el señor Connor tiene una cicatriz en el pecho y una igual en la espalda. ¿Sabe que puede ser eso?
El se la quedo mirando, suspicazmente y después bajo la mirada para analizar las cosas.
Y empezó a hablar con una emoción y un interés académico muy evidente, como si estuviese hablando con un colega y no con un paciente o más bien, un "allegado" a un paciente.
-Bueno, en primer lugar, la cicatriz fue producto de una maldición muy poderosa, que puede ser un Septumsempra concentrado, de los que hacen una solo gran herida o una maldición llamada Cramercourt, que provoca una herida que traspasa el cuerpo y la hemorragia, que no sucede tan rápido como la Septumsempra, es solo cuestión de tiempo.
"Pero la verdad creo que es más probable que fuera esta maldición, Cramercourt, ya que produce una herida difícil de cicatrizar y es muy difícil que se evite una infección grave. Y juzgando por lo mal que cicatrizo, imagino que produjo un daño terrible en el cuerpo.
El Septumsempra en cambio, su daño no es tan poderoso, pero si no es tratada la hemorragia, la muerte puede ser rápida, y claro, dependiendo en el lugar del impacto. En el corazón por ejemplo, la hemorragia es casi imposible de controlar a tiempo. En cambio, un Cramercourt, con solo controlar la hemorragia, no es suficiente. Debe el sanador preocuparse por el daño en el cuerpo y las posibles infecciones. El Septumsempra, su daño no es terrible en el cuerpo, pero tienen un potencial increíble para desangrar a la victi…. -el doctor paro al ver a Hermione sentada, muy pálida. No se había dado cuenta, como sus rodillas habían cedido ante el horror de lo que escuchaba- ¡Oh! Discúlpeme señorita Granger, he hablado muy a la ligera y el interés en el tema me ha hecho olvidar la delicadeza. Mil disculpa. Quisiera quedarme más tiempo, pero mi trabajo me llama, que pase un buen día.
Y dejo a Hermione, sentada y muy pálida, que apenas pudo despedirse. No sabía porque le pasaba esto. No solo había hablado de lo que le ocurrió a Frank sino también a Ron y de cómo murió. "¿Seria también esa maldición lo que le provoco esa herida a Frank? ¿Cómo debo tomar esto? ¿Qué querrá decir? ¿Es esto coincidencia o un juego cruel del destino?" En ese momento se levanto y empezó a caminar, sin ser consciente de lo que hacía, a la salida del hospital, pero se perdió. Ya desesperada por salir de ese lugar, se concentro totalmente en buscar la salida.
-¡Hermione, por fin te encontramos!- le grito una mujer pelirroja, que se abalanzo sobre ella y la abrazo fuertemente.
-¿¡Ginny!? ¿Qué hacen aquí?- le pregunto sorprendida, en ese momento los 4 Potter estaban ahí. Harry estaba un poco atrás con sus 2 hijos, tratando de impedir que se abalanzaran sobre ella también- ¿No sabía que estaban en el país?
-Acabamos de llegar de Ottawa tonta- le explico Ginny separándose de ella- en la mañana nos dijeron que estabas en el Hospital y vinimos lo antes posibles. Pero no pudimos localizarte, nos dijeron que no eras un paciente y un doctor nos dijo que estabas aquí pero visitando un paciente y después ¡ese idiota!- grito señalando al agente John Broke que estaba un poco más atrás, fumando un cigarro- nos dijo que no era cierto, que estabas en una reunión en el Ministerio.
Hermione miro impresionada y casi en shock, a Broke, "¿Sabrá él?", pero él no dijo nada y ella tampoco. En ese momento una enfermera le llego a Broke y lo regaño por estar fumando.
-¡Esto es un Hospital, no un maldito bar! ¡Aquí hay pacientes por el amor de dios!- gritaba la enfermera, de pelo marrón enrulado y gordita- ¡Si quiere fumar váyase a un bar!
El escocés miro a Hermione y le sonrió con complicidad, dio una última canalada, tiro el cigarro, que lo piso con el zapato y se fue de allí, expulsando el humo por la nariz, seguido por la enfermera que estaba más rabiosa todavía, porque Broke había tirado el cigarro al piso. Unos cuantos metros alejados de ellos, John se reunió con otro hombre, que Hermione reconoció como Jonathan Dillon, otro de los agentes del DSM. Ambos se fuero del hospital, con la furiosa enfermara atrás de ellos.
-¿Qué cosa les dijo Ginny?- pregunto Hermione, ella la miro extrañada- disculpa es que no te escuche bien, por los gritos de la enfermera.
-Ah sí, ese hombre se nos acercó cuando íbamos a una habitación donde el doctor nos había dicho que estarías. Entonces el idiota se nos acerco y no nos permitió pasar porque según él, ahí estaba un hombre, uno de los agentes de tu Departamento y que estaba recibiendo tratamiento y nos dijo que tú estabas en una reunión.
-¿Es cierto eso Hermione?- pregunto Harry que miraba suspicazmente a Hermione- ¿Es cierto lo que nos dijo ese hombre?
-Si- mintió ella tratando de recobrarse de la sorpresa- si…si es cierto. Ayer tuvimos una operación y uno de mis mejores agentes resulto herido. Solo venia a visitarlo.
-¿Pero estas bien, Hermy?- le dijo cariñosamente Ginny. La castaña asintió, sonriendo forzosamente. Ginny se dirigió a sus hijos, James de 18 y Lily de 15- ahora ya pueden saludar a su madrina.
Harry los soltó y Lily salió corriendo para abrazar a la castaña, con unas pocas lágrimas en sus hermosos ojos verde esmeralda. James se quedo un poco atrás, pues sabía lo importante que era para su hermana menor, estar junto a su madrina.
-Tia Mion ¿estás bien?- le dijo Lily cariñosamente, así fue como la joven pelirroja llamaba a Hermione cuando era pequeña y se le quedo el apodo- me preocupaste mucho.
-Lis, Lis, estoy bien. Te prometí que nunca nada me iba a pasar. ¿Lo recuerdas?- le dijo Hermione besándole la frente a su ahijada. En ese momento se les unió James en el abrazo.
-Tía, que alegría que estés bien- le dijo seriamente, como su padre- nos preocupaste a todos.
-Jamie, estoy bien. No se tenían que preocupar. Ud saben que me puedo cuidar sola- se dirigió a Harry, fingiendo enfado- ¿Por qué los asustan tanto, y por nada?
-Ey, en primer lugar, eso fue por culpa de Ginny y en segundo lugar, nadie nos dijo lo que te había ocurrido. Solo nos dijeron que estabas en el Hospital- dijo Harry, dándole un beso en la mejilla a Hermione, sobre Lily que todavía abrazaba a su madrina- Todo fue una sola confusión. ¿Por qué el señor Fisher no nos dio el mensaje el mismo? Nunca pensé que el hombre fuera un holgazán. Y ese tal agente Calamy no es muy comunicativo.
-El señor Fisher no está trabajando por el momento- se limito a decir Hermione que se le ensombreció el rostro, pues sabía que ellos iban a insistir- después les daré más detalles, cuando lleguemos a mi casa. Por favor. Quiero salir de acá lo más rápido posible. Odio los hospitales.
Y se fueron todos juntos a casa de Hermione. Lily seguía pegada a su madrina, con Ginny al lado, contándoles lo nuevo de sus vidas en Ottawa, Canadá. Harry estaba atrás mirando a Ginny hablar, y su hijo mayor estaba a su lado, mirando con curiosidad a su alrededor. Aparecieron en la casa de Hermione, a las afueras de Oxford.
__________________________-
¡Volvi! O_O Perdon la tardanza...
No se preocupen, yo tambien note mi descaro en regresar por aquí...
Espero que me perdonen la enorme tardanza. No me molestare en excusas, porque no son muy buenas... Ups...
Saludos y gracias por leerme.
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